Con la orden de cierre de las empresas y los trabajadores aconsejados a permanecer en sus casas, las empresas y su liderazgo están bajo una enorme presión para garantizar que la crisis del coronavirus no se convierta en una crisis empresarial.
Las empresas desviaron gran parte de su energía para permitir que quienes trabajan para ellos, trabajen desde el relativo aislamiento en sus propios hogares y trabajando incansablemente para los clientes.
Tres consejos fundamentales:
- Evaluar los riesgos y actualizar las políticas según se requiera en esta "nueva normalidad": No todas las políticas y procedimientos de la empresa resistirán al trabajo remoto. Se aconseja evaluar los riesgos del negocio en este nuevo ambiente y actualizar las políticas correspondientes en áreas claves para garantizar que el escrutinio interno, la auditoría formal y la autorización aún puedan llevarse a cabo de manera efectiva.
- Mantener el seguimiento y la supervisión: Trabajar desde la distancia crea desafíos, riesgos y oportunidades. La tecnología puede ayudar a garantizar que los protocolos de monitoreo y supervisión que pueden estar orientados a los empleados de las oficinas se actualicen para tener en cuenta el trabajo remoto.
- Comunicación: Es fundamental asegurarse de que los trabajadores estando a distancia, o los que se aislan por sí solos, no se sienta aislados o inhibidos para hacer preguntas o comunicarse con sus colegas. El trabajo en equipo hoy es más importante que nunca. Además, fomentar las reuniones del equipo en línea y por teléfono, mantienen abiertas las líneas de comunicación y genera que se fomenten las preguntas.
29.05.2018
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